¿Has detectado alguna vez malos olores al poner la lavadora o has visto moho en la goma o en el cajetín de la lavadora? Son señales inequívocas de que la lavadora necesita una limpieza. Además de mejorar el rendimiento del aparato, evitarás manchas y olores indeseados en la ropa.
El secreto está en seguir unos pasos básicos cada vez que hacemos la colada, acompañándolo de una limpieza más profunda de la máquina de forma periódica.
Cómo limpiar a fondo la lavadora:
1) Limpia el cajetín de forma periódica > Saca el cajetín del detergente y lávalo con lejía para eliminar el moho y los restos de productos que quedan en él.
2) Elimina el moho de la goma > Idealmente, después de cada lavado debemos secar la goma, para evitar que la humedad se acumule. Si ya hay manchas negras (moho), aplica una bayeta impregnada de lejía por la goma de la puerta y sécala después con un trapo.
3) Lavar la lavadora por dentro > Para eliminar los restos de suciedad ocultos en el tambor, escoge un programa de agua caliente (60ºC), llena el cajetín del detergente con lejía y haz un lavado sin ropa dentro. Al actuar directamente la lejía sobre el tambor, eliminará los restos de detergente y suavizante depositados durante todos los lavados. Cuando termine el programa, abre la puerta y déjala abierta para que se seque por dentro. Se aconseja repetir esta operación cada 2 o 3 meses.
4) No te olvides del filtro > Para asegurar una buena limpieza, sigue las instrucciones del aparato: te indicarán cómo quitarlo para limpiarlo sin accidentes inesperados 😉
Y tras cada colada habitual…
Deja la puerta siempre abierta al acabar el lavado > Para evitar los malos olores y tener la lavadora fresca y limpia deja la puerta siempre abierta. Evitarás que la humedad se concentre y se forme moho en la goma o en el interior del tambor.