Covid-19
Limpiezas sepro
En Limpiezas Sepro hemos implantado este protocolo de limpieza y desinfección para todos nuestros clientes.
Protocolo de limpieza Covid-19
1.- ALCANCE.
El presente documento recoge las recomendaciones y procedimientos a implementar en los trabajos de limpieza y desinfección rutinaria de edificios, con el fin de minimizar los contagios por SARS-CoV-2 en el interior de los mismos, con motivo de la desescalada y puesta en funcionamiento de los edificios. Están dirigidos a edificios, instalaciones, locales y oficinas multiservicio, administrativo y educativo.
Recoge tanto la experiencia de los profesionales del sector de limpieza como las pautas y requisitos de limpieza y desinfección publicadas por diferentes Organismos.
Se trata de un documento que podrá ser complementado con nuevas directrices, en función de las futuras investigaciones y experiencias del sector, del colectivo científico, así como nuevos criterios y recomendaciones de los diferentes Organismos Europeos, Nacionales, Autonómicos y locales. Dichas directrices tendrán el mismo carácter de cumplimiento que este documento.
2.- INTRODUCCIÓN.
Al igual que otros de la familia de los coronavirus, este virus causa diversas manifestaciones clínicas englobadas bajo el término COVID-19. Los coronavirus pertenecen a la familia de virus de ARN (ácido ribonucleico). Se denominan coronavirus porque la partícula viral muestra una característica ―corona‖ de proteínas especulares alrededor de la envoltura lipídica. Esta envoltura hace que sean relativamente sensibles a la desecación, al calor y a los detergentes alcohólicos o desinfectantes como la lejía, que disuelven los lípidos e inactivan al virus.
Por analogía con otras infecciones causadas por virus, la transmisión sería principalmente a través del contacto estrecho con las secreciones respiratorias que se generan con la tos o el estornudo de una persona enferma. Estas secreciones infectarían a otra persona si entran en contacto con sus mucosas de la nariz, ojos o boca. Sin embargo, estas gotículas que contienen el virus pueden depositarse en las superficies de los enseres y superficies de espacios habitados. El análisis de varios estudios revela que los coronavirus como el SARS y el MERS pueden sobrevivir en superficies de cristal, metal o plástico incluso por encima de 9 días (a la temperatura de + de 30 0C se reduce la supervivencia).
Sin embargo, una correcta limpieza y desinfección de superficies los inactiva de forma eficaz y rápida.
Por tanto, cabe destacar, y así lo han comunicado los diferentes Organismos públicos y privados de ámbito sanitario y preventivo, que las operaciones de limpieza y desinfección rutinarias de edificios, oficinas e instalaciones de uso colectivo es esencial y de crucial importancia para frenar los contagios por COVID-19.
3.- ADECUACION DEL SERVICIO DE LIMPIEZA.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dictado la declaración de pandemia global, debido al brote de un nuevo coronavirus que ha sido denominado SARS-CoV-2. El gobierno de España inició la regulación de dicha pandemia mediante el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.
Por tanto, tanto las empresas del sector de limpieza como los destinatarios finales del servicio deben ser conscientes de que los protocolos que a continuación se detallan no están contemplados en ningún proyecto ni pliego técnico-económico, cuya fecha de inicio sea anterior al 14 de marzo de 2020, por lo que se debe adecuar y aumentar tanto la disposición de recursos humanos y materiales por parte de las empresas de limpieza como la dotación presupuestaria de los Organismos públicos y privados que implanten dichos procedimientos y quieran cumplir tanto con los protocolos pautados como la normativa vigente en materia de higiene frente al Coronavirus. Las empresas de limpieza deben definir con el Cliente las intervenciones y servicios adicionales necesarios para complementar los servicios ya proporcionados, con el fin de garantizar las condiciones higiénicas y minimizar los contagios en los edificios.
4.- TÉRMINOS Y DEFINICIONES:
– LIMPIEZA: Proceso de captación y retirada de suciedad y materia particulada de las superficies mediante detergente o limpiador impregnado o pulverizado en útiles de limpieza (bayeta, trapo, fregona, mopa). La materia particulada puede ser inerte o llevar adherida microorganismos (hongos, bacterias, virus) que también son captados y retirados en este acto.
– DETERGENTE O LIMPIADOR DE USO RUTINARIO: Sustancia que se utiliza para limpiar, ya que dispone de propiedades que le permiten, mediante útil de limpieza, adherir y quitar la suciedad sin afectar el material sometido al tratamiento.
– DESINFECCIÓN RUTINARIA: Proceso por el cual se matan o inactivan gérmenes impregnando desinfectante en las superficies mediante útiles de limpieza (bayeta, trapo, fregona, mopa). Se incluye en este apartado la aplicación directa de desinfectante en la superficie mediante pulverización manual, con el fin de retirar posteriormente el residual mediante útil de limpieza.
– DESINFECTANTE DE USO RUTINARIO: Sustancia que se utiliza para desinfectar diaria o periódicamente, ya que dispone de propiedades que le permiten, mediante útil de limpieza, matar o desactivar hongos y/o bacterias y/o virus.
– DESINFECCIÓN DE CHOQUE: Proceso por el cual se aplica producto biocida, principalmente a través de sistemas de pulverización, nebulización o termo nebulización. Este tipo de tratamiento requiere normalmente plazo de seguridad y no se pueden llevar a cabo con presencia de personas. Los desinfectantes utilizados deben estar inscritos en el listado de productos biocidas autorizados y estar recomendados, en referencia al SARS-CoV-2, como efectivos frente a virus por el Mº de Sanidad. Las empresas que lleven a cabo este tipo de tratamientos deberán estar inscritas en el Registro de Establecimientos y Servicios Biocidas. Los técnicos que lleven a cabo estos trabajos deberán estar en posesión del carné de capacitación autorizado por la Comunidad. Por tanto, las empresas de limpieza podrán llevar a cabo esta actividad únicamente si reúnen los requisitos expuestos. Este tipo de tratamientos se podrá efectuar como complemento a la limpieza y desinfección rutinaria, pero nunca como sustitutivo.
– GERMEN: denominación para bacterias, virus, hongos y protozoos microscópicos que pueden provocar enfermedades.
– PRINCIPIO ACTIVO: base o componente de un producto cuya propiedad limpia o desinfecta.
– PLAZO DE ACTUACIÓN: espacio de tiempo que necesita un detergente o desinfectante para alcanzar su eficacia máxima.
5.- EQUIPOS DE PROTECCIÓN TRABAJADORES DE LIMPIEZA.
A continuación, se detallan los EPIS y equipos de uso durante toda la jornada de trabajo:
– Guantes de protección frente a microorganismos: látex, nitrilo, vinilo u otro material impermeable que ajuste a la muñeca.
– Mascarilla quirúrgica Su sustitución se realizará cada 4 horas o bien cuando esté humedecida o deteriorada. En población general sana y sin contacto con personas con COVID-19, las recomendaciones de organismos internacionales plantean la posibilidad de usar mascarillas higiénicas que deberán cumplir la Norma UNE EN 14683:2019+AC: 2019.4) Mº DE SANIDAD. RECOMENDACIÓN USOS DE MASCARILLA. 20 de abril de 2020 y también en caso de desabastecimiento del mercado de mascarillas quirúrgica, las cuales pueden ser de 2 tipos: o No reutilizable: un solo uso. o Reutilizable: Para la limpieza y desinfección de mascarillas higiénicas reutilizables, se deben lavar conforme a las instrucciones del fabricante o bien podrán seguir cualquiera de los métodos siguientes: Lavado y desinfección de las mascarillas con detergente normal y agua a temperatura entre 60º-90º (ciclo normal de lavadora). Sumergir las mascarillas en una dilución de lejía 1:50 con agua tibia durante 30 minutos. Después lavar con agua y jabón y aclarar bien para eliminar cualquier resto de lejía y dejar secar. Para trabajadores que requieran de mascarilla auto protectora se utilizarán los tipos FFP2, N95 o FFP3.
Antes de ponerse una mascarilla, hay que lavarse las manos con agua y jabón. Una vez puesta, debe cubrir la boca y la nariz y asegurar de que no haya espacios entre la cara y la máscara.
– Vestimenta o uniforme de trabajo convencional, preferiblemente que tape todo contacto posible entre piel y el ambiente exterior. No utilizar bata o ropa de calle debajo de la vestimenta de trabajo. Tras finalizar la jornada laboral, los uniformes se deberán trasladar introducidos en una bolsa cerrada, y se procederá a su lavado con un ciclo completo a una temperatura de entre 60 y 90 grados.
– Calzado de trabajo: Tras finalizar la jornada laboral se deberán trasladar introducidos en una bolsa cerrada, y se procederá a realizar la limpieza de los mismos y posterior aplicación de alcohol 96º.
6.- PRECAUCIONES GENERALES A LLEVAR A CABO POR LOS TRABAJADORES DE LA LIMPIEZA.
Una vez en el centro de trabajo se reforzará las medidas de higiene personal en todos los ámbitos de trabajo. Se destacan las siguientes medidas:
– Lavarse las manos durante 40 segundos y repetirlo de forma habitual (cada 2 horas.) o bien cada cambio de guantes, antes y después de colocarse la mascarilla, después de ir al baño, antes de comer o fumar, después de sonarse la nariz, toser o estornudar y después del contacto físico con otras personas. Si no es posible lavarse las manos, utilizar producto hidroalcohólico desinfectante para manos.
– Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo al toser y estornudar (sin quitarse la mascarilla), y desecharlo a un cubo de basura con tapa. Si no se dispone de pañuelos emplear la parte interna del codo para no contaminar las manos.
– Evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca.
– Mantener distanciamiento humano mínimo de 2 metros.
– Después de ir al trabajo: Al regresar del centro de trabajo a sus domicilios, los trabajadores deberán cuidar las distancias y las medidas de higiene en el hogar, máxime si conviven con personas de grupos de riesgo.
7.- INFORME DE EVALUACIÓN.
Antes de implantar la metodología de limpieza y de infección rutinaria se confeccionará un informe de evaluación del edificio, identificando las zonas de más riesgo y detallando el sistema direccional de la limpieza, iniciando los trabajos en las áreas de menor ocupación y desde las zonas más altas (2 metros) a las más bajas, y de las menos sucias a las más sucias. En dicho informe el responsable del centro aportará las modificaciones establecidas en los puestos de trabajo e identificar los cambios producidos, nº de ocupantes del edificio y horarios de entrada y salida, con el fin de alcanzar las condiciones máximas de seguridad.
El informe de evaluación será notificado y aprobado por el responsable del servicio del edificio, junto con las siguientes recomendaciones cuyo objetivo es frenar la transmisión del SARS-CoV-2:
– Dejar recogidos los puestos de trabajo, libre de papeles y documentos. Los elementos decorativos, marcos de fotos, botes, muñecos, figuras, macetas y demás objetos habituales en las mesas de trabajo y mobiliario deberán ser retirados del edificio por su propietario, minimizando artículos innecesarios en las instalaciones que actúen como reservorio vírico.
– Facilitar las labores al personal de limpieza, desocupando temporalmente el puesto de trabajo si fuera necesario para el correcto desempeño de las tareas.
– Reducir el uso de los cuartos de baño al mínimo indispensable y de forma individual.
– Dejar las tapas de los aseos cerradas después de su uso.
– Permitir la apertura de ventanas siempre que sea posible para ventilar el edificio (mínimo cada 4 horas en jornada laboral).
– Evitar la recirculación de aire, aportando aire 100% exterior a través de los sistemas de climatización. – Mantener 24 horas el sistema de extracción de los aseos.
– Instalación de jaboneras y grifos automáticos con detección de presencia de manos en los aseos.
– Instalación de secadores de manos ―no touch‖ de aire a presión en los aseos.
– Instalación de papeleras con tapadera y pedal en los aseos.
– Instalación en la entrada del edificio y en los aseos de dispensadores de gel hidroalcohólico automáticos con detección de presencia de manos.
– Instar a lavarse las manos antes de entrar en el edificio o bien desinfectarse las manos con gel hidroalcohólico.
– Utilización spray desinfectante para suelas de zapatos o felpudos desinfectantes.
– Medición de temperatura corporal al entrar al edificio.
– No dejar pasar con guantes del exterior en usados.
– Lavarse las manos durante 40 segundos cada 2 horas aprox., cada vez que se acuda al cuarto de baño, cuando se salga del edificio o se toque algún elemento o documento de otra persona o del exterior.
– Mantener la distancia de seguridad mínima de 2 metros.
– Uso de mascarilla dentro del edificio.
Con el fin de reducir contagios, y siempre que sea posible, se deberá facilitar por parte del responsable del centro de trabajo, empresa de limpieza y trabajadores la ejecución del servicio de limpieza en las horas de menos afluencia de personas en las instalaciones. Los trabajos de limpieza y desinfección en espacios tipo despacho se realizarán en ausencia de usuarios o trabajadores.
Se establecerá entre contrata y Cliente un procedimiento de Identificación y comunicación de detección de personas con COVID-19, definiendo por ambas partes un interlocutor y los canales de comunicación (teléfonos, emails, etc.).
La empresa de limpieza y el responsable del centro tienen la obligación de comunicar inminentemente a la otra parte si se tiene constancia de que algún trabajador del edificio o de la empresa de limpieza tiene síntomas de COVID-19 o ha contraído la enfermedad. En ese caso, todo el personal de limpieza pasará a la fase denominada ―Contención y se activarán las siguientes acciones de inmediato:
– Entrega y uso de mascarilla FFP2, N95 o FFp3.
– Uso de gafas de protección.
– Retirada de residuos en doble bolsa y cerrada de la zona donde frecuentaba el trabajador contagiado. – Desechar todos los útiles de limpieza en contacto con el trabajador.
Todos estos procedimientos se recogerán en el informe de evaluación correspondiente.
8.- PROCEDIMIENTOS DE LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN RUTINARIA.
8.1. Limpieza rutinaria de superficies.
Siempre que sea posible se abrirá previamente las ventanas para lograr una buena ventilación durante al menos 10 minutos.
Seguidamente se inicia la limpieza exhaustiva de las superficies siguiendo las pautas descritas en el apartado 6 INFORME DE EVALUACIÓN, poniendo especial atención en los elementos de mayor contacto, ocupación y paso de personas. A continuación, enumerados las principales:
Mesas, sillas, sofás, paredes (hasta 2 m de altura) teclados, ratones, teléfonos, pantallas de ordenador y demás elementos existentes en los puestos de trabajo, mostradores, mamparas de separación de puestos de trabajo, interruptores, enchufes, mobiliario, puertas, pomos, tiradores, mobiliario y enseres de office, vestuarios, ascensores, escaleras, barandillas, pasamanos, montacargas, plataformas elevadoras y cuartos de baño.
La actuación de limpieza ha de ser muy minuciosa, trabajando elemento por elemento, ya que en este proceso es cuando retiraremos el polvo depositado, así como gran parte de gérmenes adheridos a dichas partículas. Se utilizarán los productos detergentes o limpiadores según instrucciones de dosificación y plazo de actuación detallado en la ficha del fabricante.
Los puestos de trabajo se limpiarán al menos una vez al día. En aquellos puestos de trabajo en los que se produzca un cambio de turno se efectuará la limpieza en el espacio de tiempos entre el turno saliente y el turno entrante
Los cuartos de baño se limpiarán al menos 6 veces al día.
Se procederá a cambiar el agua de los cubos cada vez que se limpie un despacho, puesto de trabajo o superficie común. Se entiende por superficie común áreas como un pasillo, hall de entrada o recepción, suelos de áreas de trabajo sin compartimentar menores de 50 m2. Se deberá higienizar o sustituir los útiles de limpieza (repuesto de mopa, repuesto de fregona, bayetas y trapos) cada vez que se limpie un despacho o puesto de trabajo.
Si se opta por su higienización, esta se realizará mediante la inmersión del útil durante 2 minutos en un recipiente con mezcla de agua y lejía en proporción 1:50 (20 ml de lejía por cada 980 ml de agua). Sólo se deberá realizar la higienización si el producto detergente que estamos utilizando para la limpieza es compatible con la lejía.
Al finalizar la jornada laboral, los útiles de limpieza utilizados serán desechados o bien se higienizarán mediante inmersión en un recipiente con dilución de lejía en proporción 1:50 durante 2 minutos. Posteriormente se dejarán secar para su utilización el día siguiente o para el nuevo turno. Los útiles deteriorados o con manchas impregnadas serán desechados directamente. El resto de material de trabajo (cubos, palos, carro de limpieza y demás accesorios) se procederá a su desinfección con la dilución de lejía en proporción 1:50 durante 90 segundos mediante impregnación de útil de limpieza o por pulverización manual de la misma dilución. Pasado el plazo de actuación de procederá al secado de los mismos.
Los residuos generados en la limpieza rutinaria serán clasificados y retirados en bolsas de plástico cerradas y por el canal habitual para su correcta gestión.
Los suelos no serán barridos en seco, ya que parte del polvo depositado se pondría nuevamente en suspensión. La limpieza de los suelos se deberá realizar con procedimientos húmedos mediante mopa o fregona. Si el proceso de limpieza de suelos se realiza con procedimientos mecánicos (fregadora automática) se deberá regular la salida de agua ya que se debe evitar las presiones que supondrían un efecto rebote de la suciedad. Así mismo se evitarán los sistemas de limpieza por agua a presión.
En caso de suelos con moqueta o alfombras se procederá a la aspiración diaria de las mismas, mediante equipos de aspiración dotados con filtros hepa H13 o superior. El filtro hepa H13 retiene el 99,95% de las partículas aspiradas superiores a 0,3 micras. El riesgo de contagio por aspirar este tipo de suelos mediante aspiradores que no contengan filtro hepa H13 es elevado, ya que parte de las partículas aspiradas no quedan retenidas y se re-suspenden al aire ambiente interior, por lo que la probabilidad de ser inhaladas es considerable si se ocupan o transitan posteriormente esas áreas.
Si no se dispone de aspiradores con filtros hepa H13, sólo se podrá realizar la aspiración una vez que las instalaciones se encuentren vacías y no se vayan a ocupar hasta el día siguiente, asegurando un plazo mínimo de ausencia de personas de 8 horas. Los trabajadores de limpieza que efectúen el proceso de aspiración, así como el resto de trabajadores de limpieza que transiten o trabajen el área aspirada, deberán llevar mascarilla FFP2, N95 o FFp3 y gafas de protección. Se considerará toda la planta como ―área aspirada‖ si su superficie es inferior a 500 m2.
8.1.1. Pautas desinfección rutinarias.
La desinfección rutinaria tiene por objeto la destrucción o inactividad de gérmenes depositados en las superficies potencialmente contaminadas que pudieran actuar como elemento de soporte y/o de transmisión. Por tanto, los procedimientos implican mucha carga de trabajo manual y de detalle. La desinfección no será eficaz si no se ha procedido a una correcta y exhaustiva limpieza previa.
Existen en el mercado gran variedad de productos desinfectantes, incluso limpiadores desinfectantes, con diferentes principios activos. Su aplicación y plazo de actuación estarán detalladas en la ficha técnica y ficha de seguridad de fabricante. Estos productos desinfectantes deberán ajustarse a la norma EN14476 y estar incluidos en el listado de virucidas autorizados por el Ministerio de Sanidad.
En este protocolo se recomienda la lejía y el alcohol 70o como principales productos desinfectantes de uso rutinario, ya que son las sustancias más recomendada por las autoridades sanitarias, de bajo coste económico y de uso generalizado en el sector de limpieza profesional para minimizar los posibles contagios de SARS-CoV-2.
– Lejía: Es una solución de hipoclorito alcalino, siendo su contenido en cloro activo de fábrica no inferior a 35 gramos por litro ni superior a 100 gramos por litro.
La envoltura lipídica del Coronavirus hace quesean relativamente sensibles a la desecación, al calor, a los detergentes alcohólicos o desinfectantes como la lejía, que disuelven los lípidos e inactivan al virus.
La lejía se muestra muy efectiva en la inactivación de los coronavirus en los test llevados a cabo con diferentes biocidas. Los resultados obtenidos han sido los siguientes:
Aunque se desconoce cuál puede llegar a ser la carga viral existente en una superficie inanimada durante un brote, resulta muy plausible reconocer que la desinfección la reducirá, sobre todo cuando estas superficies han podido ser contaminadas por personas con COVID-19. Como se puede observar en la tabla anterior, la eficacia de la lejía es muy grande; con una concentración del 0,21% aplicada durante 30 segundos de tiempo se reduce la infectividad viral en más de 10 +4.
Por tanto, asumiendo el peor escenario relativo a la concentración de NaClO en las lejías comercializadas en España (35 g/litro), una dilución de 1:50, proporciona una concentración de 0,07 % (superior a casi todas las ensayadas en la Tabla anterior, en definitiva, muy eficaz. La dilución 1:50 se consigue mediante el siguiente proceso: diluir 20 ml de lejía en 980 ml de agua y mezclar correctamente la disolución realizada.
Una vez aplicada se deberá respetar un plazo de actuación 90 segundos. Si la concentración que utilizamos es del 0,07%, la lejía utilizada supera los 35 g/litro y la dilución la mantenemos en proporción 1:50 podremos reducir el tiempo de actuación. No obstante, se recomienda mantener el plazo establecido de 90 segundos como aseguramiento para la correcta desinfección.
Para mantener la acción desinfectante, es necesario que la disolución sea preparada y usada en el mismo día. No debe estar expuesta a elevadas temperaturas o al sol ya que ello disminuye su capacidad oxidativa y por tanto el poder desinfectante. No debe utilizarse lejía con agua caliente, ya que pierde su efectividad y pueden generarse vapores, subproductos clorados, que pueden presentar efectos nocivos sobre la salud. No mezclar con otras sustancias químicas incompatibles, por ejemplo, amoniaco.
La lejía es un producto corrosivo y oxidante, por lo que los elementos más delicados o no adecuados para recibir su aplicación (por ejemplo, lo metales) deberán desinfectarse con otro principio activo diferente al hipoclorito alcalino. No se debe utilizar más dosis de la indicada ni abusar de su uso con el fin de no sobre utilizar desinfectantes y por respeto al medio ambiente.
En el caso de uso de lejías diluidas, los vapores y olores generados, en espacios con escasas opciones de ventilación o con recirculación de olores, podrían dar lugar a molestias y problemas a los usuarios y trabajadores, por lo que es necesaria la ventilación de las zonas tratadas, bien de forma natural o a través del sistema de climatización.
Alcohol etílico 700: El compuesto químico etanol, conocido como alcohol etílico, es un alcohol que en condiciones normales de presión y temperatura se presenta como un líquido incoloro e inflamable. Es un antiséptico que elimina gran cantidad de gérmenes cuando es aplicado sobre la piel, superficies u objetos inertes.
Por su actividad viricida y su eficacia sobre otros tipos de coronavirus, el alcohol etílico diluido al 70% está indicado para la desinfección de determinados materiales, así como los elementos más delicados. Existe en el mercado productos con alcohol etílico 700. No obstante, se puede realizar la dilución con alcohol etílico de uso común de 96º diluyendo 70 ml de alcohol en 930ml de agua y mezclar correctamente.
La desinfección con alcohol 700 se recomienda para objetos metálicos, gafas, móviles, teclados, teléfonos y aquellos otros que pudiesen verse afectados o deteriorados por la aplicación de lejía. Los tratamientos con alcohol 70o no necesitan de posterior limpieza o secado posterior
Los puestos de trabajo se desinfectarán al menos una vez al día. En aquellos puestos de trabajo en los que se produzca un cambio de turno se efectuará la desinfección en el espacio de tiempos entre el turno saliente y el turno entrante
Los cuartos de baño se desinfectarán al menos 6 veces al día.
Los útiles utilizados para la desinfección serán desechados al final de la jornada o bien se higienizarán mediante inmersión en un recipiente con dilución de lejía en proporción 1:50 durante 2 minutos. Posteriormente se dejarán secar para su utilización el día siguiente o para el nuevo turno. Aquellos útiles deteriorados o con
manchas impregnadas serán desechados directamente serán retirados en bolsas de plástico cerradas y por el canal habitual para su correcta gestión.
– Consideraciones sistemas de desinfección: Debido a la gran demanda existente y a las dudas que genera la aplicación de otros métodos de desinfección, vemos necesario puntualizar algunos de los sistemas más frecuentes encontrados en el mercado:
Desinfección mediante Ozono: El ozono se encuentra en la actualidad en revisión por la Agencia Europea de Productos Químicos. Se trata de una sustancia oxidante generada in situ que tiene numerosas aplicaciones industriales, pero en el caso que nos ocupa, al no haber sido evaluada aún por la Unión Europea para su uso como desinfectante de uso ambiental, se desconocen las dosis necesarias para garantizar su eficacia como viricida y los efectos para la salud que estas concentraciones pueden desencadenar, además no tener un etiquetado que avise de su peligrosidad y usos, a diferencia del resto de biocidas.
Desinfección mediante dióxido de cloro: Es un buen bactericida y fungicida, pero no viricida. No se encuentra en el Listado de productos viricidas autorizados en España por el Ministerio de Sanidad, y no puede utilizarse como tal.
Túneles y arcos desinfectantes: Actualmente no existe ningún producto viricida que esté autorizado para su uso por nebulización sobre las personas. Por tanto, de ningún modo puede ser utilizada sobre humanos. Un uso inadecuado de biocidas introduce un doble riesgo; posibles daños para la salud humana y una falsa sensación de seguridad.
9.- GESTION DE RESIDUOS.
La gestión de los residuos ordinarios continuará realizándose del modo habitual, respetando los protocolos de separación de residuos. Se recomienda que los pañuelos desechables que el personal emplee para el secado de manos o para el cumplimiento de la “etiqueta respiratoria” sean desechados en papeleras o contenedores protegidos con tapa y, a ser posible, accionados por pedal.
Todo material de higiene personal –mascarillas, guantes de látex, etc.— debe depositarse en la fracción “resto” (agrupación de residuos de origen doméstico que se obtiene una vez efectuadas las recogidas separadas).
En caso de que un trabajador presente síntomas mientras se encuentre en su puesto de trabajo, será preciso aislar el contenedor donde haya depositado pañuelos u otros productos usados. Esa bolsa de basura deberá ser extraída y colocada en una segunda bolsa de basura, con cierre, para su depósito en la fracción resto.
Más información:
- Servicio Andaluz de Salud – COVID-19. Información para la ciudadanía.
- Limpieza y desinfección de las superficies del entorno inmediato en el marco de la COVID-19 – Organización Mundial de la Salud
- Buenas prácticas en los centros de trabajo – Ministerio de Sanidad – Gobierno de España
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